miércoles, 2 de diciembre de 2009


Cuándo no podés reducir los sentimientos a un te amo, cuando su abrazo alivia todas las anciedades y sus besos curan las enfermedades del corazón, eso es amor.
No hay posión para el amor, hay dos. Dos personas que se hacen una, que se mezclan entre sábanas y sueños, que tienen un mundo aparte, único, especial... eso es amor.
Vivir con y para el otro, sin importar lo que se recibe a cambio, llegar a dar todo para ver al otro sonreír y llorar a la noche, en silencio, por la discución que los separó ese día, eso es amor.
No poder irse a dormir enojados, recordar cada momento y hechar una sonrisa por las picardías juntos, es querer que, a pesar del tiempo, nuestras manos sigan estando juntas, eso es amor.
Lo que me hacés sentir en cada momento, arrancar el día sabiendo que cualquier problema va a ser más liviano porque tengo con quién compartirlo, teniendo presente que vos sos mi salida del cansancio, de la rutina y que perderme en tus brazos me hace recordar por qué tengo que seguir y qué realmente vale la pena, eso es amor.
Amor es mirarte a los ojos y ver los defectos más perfectos, la sonrisa más cálida, los besos más reconfortantes.
Elegir uno en un millón, preferirte a vos antes que a todos, elegir con quién pasar mi tiempo y a quién dedicárselo, es abrazarlo y no querer dejarlo ir, no poder despedirse, es querer compartir cada día juntos, siempre, eso es amor.
Lo que me da fuerza, lo que siento cada vez que te acercás un poco a mi... es ver todo perfecto porque te siento tan cerca
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lunes, 30 de noviembre de 2009

Si sos VOS, asomate a mi ventana...


miércoles, 25 de noviembre de 2009

Lo bueno de caerse, es poder levantarse.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Con el tiempo

Después de un tiempo, uno aprende la sútil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, que el amor no significa acostarse, y una relación no significa seguridad; y uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos. Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes, y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema, que hay que plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores; y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno vale y, con cada día, uno aprende. Con el tiempo aprendés que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo aprendés que sólo quién es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte TODA la felicidad que deseas. Con el tiempo te das cuenta que si estás al lado de esa persona sólo por compañía a tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando verla. Con el tiempo te das cuenta que los amigos verdaderos valen MUCHO más que cualquier cantidad de dinero. Con el tiempo entiendes que los amigos verdaderos son CONTADOS, y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el tiempo aprendés que las palabras dichas en un momento de ira, pueden seguir lastimando a quién heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendés que disculpar lo hace cualquiera, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo aprendés que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios al cuadrado. Con el tiempo comprendés que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen, ocacionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta que lo mejor no era el futuro, si no el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.~

Llorar


Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar en sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuis y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisado, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Mi táctica es mirarte, aprender como sos, quererte como sos. Mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras un puente indestructible. Mi táctica es quedarme en tu recuerdo; no sé cómo, ni sé con qué pretexto, pero quedarme en vos. Mi táctica es ser franco y saber que sos franca, y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos.
Mi estrategia es, en cambio, más profunda y más simple. Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé con qué pretexto, por fin me nececites.

Literatura y FELICIDAD

La literatura está cargada de fatalidad y de tristeza. ¿Por qué? La vida no es siempre fea. Lo que pasa es que, en el fondo, la literatura es un conjuro contra la infelicidad y la desdicha.
La gente quiere ser feliz. Pero a la felicidad no hay que escribirla: hay que vivirla. O por lo menos intentar vivirla.
En la literatura se pone el deseo, la nostalgia, la ausencia, lo que se ha perdido o no se quiere perder. Por eso es tan difícil escribir una buena historia feliz. La historia de amor más hermosa que se ha escrito es Romeo y Julieta. Pero es una catástrofe. Ella tiene catorce años y él dieciocho, y terminan suicidándose. Qué linda historia de amor.
Uno confunde la felicidad con las felicidades, con ciertos momentos transitorios de dicha o alegría. La felicidad absoluta NO EXISTE, y se escribe, justamente, porque la felicidad no existe. Existen pequeños instantes de felicidad, o alegrías fugaces, que, si se consigue perfeccionarlos en la memoria, pueden ayudar a vivir durante muchísimos años.
La literatura también es un intento de eternizar esos momentos.

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